domingo, 18 de septiembre de 2011

¿Qué son las mutaciones?.

Imagen de: 1bachafri.blogspot.com



Veamos ahora que efectos pueden tener las mutaciones. Se entiende por mutación:
“Cualquier cambio en el material genético, heredable y detectable, no atribuible a segregación o recombinación, que se transmite a las células hijas, e incluso a la siguiente generación, dando lugar a células o individuos mutantes”[1]
Se da generalmente por aceptado sin mucho fundamento, que los genes son los responsables de la morfología interna y externa de un ser vivo, por ello los neodarwinistas afirman que si el ADN sufre una mutación, eso lleva correlativo un cambio en la morfología interna y externa del mutante, acuñaron para hablar de ello, el término fenotipo.
En primer lugar hay que afirmar que este término está obsoleto. Se entiende por fenotipo la “expresión externa de un gen”. Esto tuvo su sentido en la época en que se pensaba que cada gen definía un carácter, un gen se expresaba externamente en que eras chato, otro en tener el pelo rizado, otro en tener los ojos azules etc..
Los genes, contienen la información necesaria para ensamblar proteínas, eso es lo que son y nada más, por lo que los genes pueden definir el tipo de biomoléculas que va a haber en una célula, la fórmula exacta de su insulina, la presencia de un antígeno concreto en el plasma sanguíneo, etc. Pero no pueden decidir la forma de la célula, ni su lugar en el organismo, ni mucho menos definir el aspecto externo de un ser vivo.
No existe un gen que lleve una etiqueta que diga “color de ojo”, y según pueda variar algún nucleótido de ese gen, el color del ojo varíe, eso no funciona así. El color del ojo de un ser vivo tiene un componente hereditario epigenético, y además, depende de una multitud de moléculas, y de las propiedades físicas de la refracción de la luz, de la curvatura del cristalino, el estado de salud del organismo, de los pigmentos y de muchos factores más. Por supuesto, que en la configuración del color del ojo, intervienen biomoléculas, pero esas mismas biomoléculas actúan en cantidad de otros procesos celulares.

Imagen de: miriamyandrea2022,blogspot.com

El ejemplo de la mosca del vinagre a la que se consiguió después de multitud de mutaciones artificiales, sustituirle el color del ojo, nos puede servir para explicar lo que estamos diciendo. Inevitablemente, cada vez que se conseguía alterar sus genes provocándoles mutaciones artificiales por radiación para cambiarle el color de los ojos, simultáneamente, las alas de la mosca se llenaban de pelos. Esto demuestra que se pueden alterar detalles del aspecto externo de los seres vivos alterando sus genes, pero también demuestra que no existe un gen que se encargue del “color de los ojos”, otro que se encargue de “alas sin pelos” etc. Lo único que se ha conseguido es “alterar” las biomoléculas que contribuían a que la mosca del vinagre tuviese los ojos con su coloración normal, y alterando esas biomoléculas hemos alterado cantidad de procesos en distintas partes de ese organismo.[2]

Imagen de: a222224wordpress.com

Lewontin aporta los datos de un experimento realizado con una hierba del genero Achillea (popularmente conocida como milenrama). Esta planta agarra bien de estaquilla (cortando un trozo del tallo y enterrándolo parcialmente). Eligió siete plantas y de cada una de ellas hizo tres estaquillas que plantó en distintos suelos y a distintas alturas: al nivel del mar, a 1.400 m. y a 3.050 m de altura respectivamente. (Se escogió este método porque al ser tres estaquillas de la misma planta, las tres tenían los mismos genes). Pues bien, la altura, la ramificación, la floración y en general el aspecto de las plantas, varió completamente para los siete tipos, dependiendo del ambiente, aún teniendo cada uno de ellos los mismos genes. En algunos casos era difícil reconocer la especie a la que pertenecía la planta, con lo que se demuestra que el fenotipo (aspecto externo) no es una consecuencia directa y exclusiva de los genes.[3]
Diversas especies de plantas del género Bidens presentan una destacada diferenciación morfológica en porte, hojas, flores y frutos, y tienen el mismo número de cromosomas, apenas tienen diferencias genéticas, 1 o 2 loci por gen, y tienen prácticamente identidad de isoencimas. Lo que las hace tan distintas morfológicamente, no son sus genes.
Por otro lado, las mutaciones no pueden dar cuenta de la aparición de órganos ni funciones nuevas, realmente aún estamos esperando que los neodarwinistas puedan encontrar una mutación, que resulte “ventajosa” como ellos la llaman.
[1] A. Azpiazu: Voz “mutación”, GER, XVI, Rialp-1.984, p. 527. Citado por C.J. Alonso, Tras la evolución, o. c., p. 200.
[2] T. Gordon Rattray El gran misterio de la evolución” Planeta-1.983, p. 158.
[3] R. Lewontin. “La diversidad humana”. Labor. 1.984, p. 22 y 23. Acompaña dibujos de las plantas del experimento.


Semogil 18 de Septiembre del 2.011

viernes, 6 de mayo de 2011

¿Es un hecho demostrado la evolución de las especies? y 4






SOBRE: “LA CONSTITUCIÓN BÁSICAMENTE IGUAL DE TODOS LOS SERES VIVOS…. APOYA LA IDEA DE LA EVOLUCIÓN”.
Es fácil encontrar afirmaciones de este tipo: Todos los seres vivos utilizan el mismo sistema de conservar y transmitir la información genética: el ADN, y el ARNm., y lo “leen” según el mismo código genético. Ello es prueba de que todos los seres vivos provienen de un tronco común por evolución. La primera parte del texto, escrita en letra normal, es una observación científica objetiva. [i]
La segunda parte del texto, escrita en letra negrita, es una interpretación pseudo-científica subjetiva:
Es una interpretación que no se desprende directamente de la premisa (primera parte del texto, que sí es una conclusión extraída de los resultados de los experimentos), y es normal deducir de los datos objetivos, interpretaciones, pero no puede sacarse una interpretación que no se desprenda directamente de ellos, y puesto que nadie ha podido realizar ningún experimento que pruebe o siquiera sugiera que algún ser vivo provenga de otro por evolución, no es aceptable esa interpretación. Lo lógico sería extraer una interpretación consecuente con los resultados de los experimentos, por ejemplo: Los seres vivos para realizar sus funciones vitales precisan una organización biomolecular basada en el ADN.
Es pseudo-científica, puesto que no permite plantear experimentos en los que se puede predecir el resultado, como corresponde a cualquier asunto científico. A ver si alguien se atreve a plantear un experimento para demostrar a qué ser vivo va a evolucionar una palmera, por ejemplo y diseñar el protocolo para comprobarlo.
Es subjetiva, puesto que otros científicos, pueden y de hecho extraen de la primera parte del texto, otra interpretación totalmente distinta. Así, por ejemplo, los científicos creacionistas norteamericanos ven en la universalidad del código genético, la unidad de la Creación realizada por Dios. Mientras que los científicos partidarios de la teoría llamada “diseño inteligente”, ven en dicha universalidad, la prueba de una poderosa inteligencia que ha diseñado un mecanismo biológico excelente. Otros científicos por el contrario, no sienten la necesidad de sacar ninguna “conclusión” de esa evidencia.

Por otro lado el hecho de que la vida en todas sus variantes use de las mismas claves biomoleculares o fisiológicas, no dice nada de la evolución de las especies, para poder sacar alguna conclusión de ese tipo, es necesario demostrar previamente que es posible la vida con otro tipo de moléculas nucleares, con otro código genético distinto, etc.

Fósiles de Edicara, practicamente los restos de seres vivos más antiguos encontrados hasta ahora.


CONCLUSIÓN:

Es conveniente para aportar claridad a este asunto y para poner a prueba el paradigma, fomentar investigaciones en estos tres campos:
· Cuantificación métrica de la variabilidad morfológica de los esqueletos de las especies de organismos superiores.
· Inventariado y estudio de yacimientos de rocas sedimentarias lacustres continentales anteriores al Jurásico.
· Comparación de las “especies” fósiles con las colecciones de especies vivas conservadas en los museos.

Después de todo lo expuesto, entiendo que no sólo la evolución de las especies no es la única conclusión coherente, sino que la única conclusión coherente con los datos científicos objetivos y principalmente con los datos que aporta la paleontología es que no ha existido evolución de las especies.
Sólo desde una postura ideológica previa, o desde un acrítico acatamiento del paradigma “científicamente correcto” se pueden interpretar los datos científicos en sentido evolutivo.

[i] - Así se pensaba por lo que se sabía hasta 1.990, pero se han encontrado excepciones en las mitocondrias de todos los tipos de seres vivos, y en los códigos nucleares de bacterias, levaduras, ciliados y algas. Sobre esto ver:
A. Sanvicens, op. cit. pág. 146. Y Jukes, T.H.: “Genetic Code 1.990. Outlook” Experientia, 46, 1.990, pág: 1149.
Sabiendo que existen excepciones y peculiaridades, lo general es que las células de todos los seres vivos usan el mismo código genético. Para lo que nos interesa aquí, podemos seguir considerándolo una observación científica objetiva.



Semogil 7 de Mayo del 2.011

miércoles, 20 de abril de 2011

¿Es un hecho demostrado la evolución de las especies? - 3



Tercera parte



SOBRE: “AHORA EXISTEN SERES VIVOS DE LOS QUE NO HAY RESTOS FÓSILES”:

Este punto, en realidad es el único de los cuatro, que a primera vista puede tener alguna relación con una prueba de la evolución de las especies. Y tampoco es la única deducción coherente, ni siquiera la más plausible. Veamos: Si no hay restos fósiles de muchos de los seres vivos actuales puede ser por dos motivos: a) Estos seres vivos no existían en un pasado geológico; y b) Si existían, pero no encontramos restos fósiles de ellos.
Analicemos estas dos posibilidades:
1. Sencillamente existe la posibilidad de que no haya restos fósiles en épocas geológicas antiguas de algunos seres vivos de los que existen en la actualidad, simplemente porque no existían en aquella época. Pero esto no ha de entenderse necesariamente en el sentido de que si no existían es que han evolucionado de otros que sí vivían entonces.
En este punto es imposible seguir adelante sin hacer una precisión de índole filosófica, pues la interpretación que se haga de este punto, tiene siempre en su raíz una decisión de fe, aún para aquellos que intentan defender que argumentan sólo desde la ciencia.
Para los que creemos que existe una causa primera de la existencia de los seres vivos, los que aceptamos que los seres vivos han sido creados, podemos aceptar que la no existencia de restos fósiles de algunos seres vivos en el pasado geológico, puede deberse simplemente a que no hubieran sido creados todavía, puesto que no hay ningún obstáculo científico, filosófico ni teológico que impida considerar que la creación fue escalonada en el tiempo.
Por otro lado, los que creen que no existe una causa primera y que la vida es fruto del “azar”, -puesto que no es admisible la generación espontánea en la actualidad-, necesitan creer que la vida surgió en un determinado momento, con una atmósfera distinta de la actual, lo que ya ha sido suficientemente desmentido.[i] También necesitan creer que los seres vivos actuales han surgido de otros anteriores a ellos ¿de dónde si no?. Así pues, entiendo que en lo referente a este punto, es una cuestión de necesitar creer en la evolución, en ningún caso una conclusión científica, puesto que no puede demostrarse en modo alguno que los seres vivos actuales provengan de otros distintos y anteriores a ellos en el tiempo.
De tal modo que en este momento, nos encontramos de frente con el comentario de fraile benedictino Stanley Jaki, citado por el cardenal Schönborn: “El mayor problema de la afirmación de los darwinistas de que no existe un fin, es el siguiente: el proceso evolutivo supuesto sin finalidad llega como su resultado final a un ser, el hombre que todo lo hace con un fin. Por lo que los evolucionistas niegan la existencia de un fin, con un fin: su objetivo es lo que desea el materialismo, ciertamente, esto no es una ciencia, es una antimetafísica”.[ii]

2. Si consideramos la posibilidad de que los seres vivos actuales existían en épocas geológicas anteriores pero no encontramos sus restos fósiles, esto puede deberse a alguno o a varios de estos motivos:
1 – Los yacimientos en los que están esos fósiles, no se han conservado o están demasiado enterrados. Si consideramos con seriedad que: Los procesos orogénicos entierran los sedimentos continentales, dejando en superficie rocas de origen marino; que los sedimentos continentales son apenas el 1% del total de las rocas sedimentarias formadas; y que los procesos de metamorfismo regional destruyen la mayoría de los fósiles; podemos comprender que existe una posibilidad real elevada, de que conforme nos remontamos atrás en el tiempo geológico, sea exponencialmente más difícil encontrar sedimentos fosilíferos continentales, independientemente de qué seres vivos existieran entonces. Por lo que el no encontrar sus restos fósiles, no permite afirmar con certeza que un ser vivo no existía en una época geológica determinada.

2 –. Todavía no hemos encontrado esos fósiles. Continuamente estamos presenciando como nuevos hallazgos remontan hacia atrás la presencia de algunos seres vivos en la tierra, como ejemplos de esto, podemos citar:
· el descubrimiento en Diciembre del 2.003 de restos de canguros, koalas y comadrejas en China en los primeros niveles del Cretácico, 50 ma. Más antiguos de lo que se admitía hasta ese momento.[iii]
· Un equipo canadiense, formado por Dave Rudkin, Graham Young, Godfrey Nowlan y colaboradores, ha encontrado un fósil de cangrejo de herradura en las rocas del Ordovícico al norte de Manitoba (Canadá) de 445 millones de años de antigüedad. Al fósil lo han denominado Lunataspis aurora, que significa literalmente “luna creciente escudo del amanecer” en referencia a su forma. Aunque es más primitivo que sus descendientes modernos su semejanza es indiscutible y remonta su antigüedad 100 ma. más de lo que se pensaba hasta este descubrimiento.[iv]
· Y también Silvina Valais en el 2.008 describe un yacimiento de icnitas en la Patagonia, en rocas de la base del Triásico, en la que aparecen tres tipos de huellas de aves y un tipo de huellas de mamífero. Lo que remonta el origen de las aves desde el Jurásico medio a la base del Triásico, unos 70 ma.[v]
Es un error afirmar que una especie, una familia o un phyllum aparecieron en una época geológica. Ese es un dato siempre provisional. Y sólo alcanzará algún nivel de credibilidad, cuando se realice un amplio inventario de yacimientos de épocas anteriores que por sus características litológicas, de ambiente sedimentario y estado de conservación, pudiesen contener dichos fósiles, y no los contengan.

3 – Como no conocemos la variabilidad morfológica de las especies, podemos fácilmente deducir erróneamente que un pequeño cambio morfológico indica una especie distinta. Esto es lo que sin duda ocurre con las “series evolutivas” de especies, que se han construido por ejemplo con los caballos o los cerdos en los sedimentos Neógenos de la zona de los grandes lagos africanos.
Por lo que vemos que tampoco en este punto se puede defender que la evolución de las especies sea la única postura coherente. Será la única postura coherente si se acepta acríticamente el paradigma “científicamente correcto”. Ya hemos visto que la única posibilidad que se puede deducir de este punto estriba en una necesidad de creer que ha sido así.
[i] - Sanvisens, Alejandro “Toda la verdad sobre la evolución” – Edit. Promociones y publicaciones universitarias – 1.996. pág – 185 ss.
- Abelson, P.H. Proc. Nat. Acad. Sci., 55, 1365 – 1.966.
- Gish, Duane T. “Teorias sobre el origen de la vida: crítica” Edit. Clie – 1.985, pág. 31.
- Shapiro, Robert (1.986): “Orígenes” p. 103 – Edit. Salvat - Barcelona.
- Canuto, V.M.; J.S. Levine; T.R. Augustsson; C.L. Imhoff (1982): Nature, 296, p. 816.
- Pfug H. D., y Jaeschyke-Boyer, H., “Análisis combinado estructural y químico de los microfósiles de 3.800 años de antigüedad”, Nature (1.979) p. 280:483.
- Gish, D.T., op. cit. pág: 31 – 32.
- Carver, J.H., “Niveles atmosféricos de oxígeno prebióticos” Nature, 1.981, 292 :136
- Walker, J.C.G., “Nueva valoración del papel del oxígeno y los rayos ultravioleta en la evolución del precámbrico”, Nature 1.976, 264: 620 –624.
- Maynard Smith, John: “Los problemas de la biología”. Edit. Cátedra, Col Teorema, 1.987, p. 176.
- Gerald F. Joyce – “RNA Evolution and the Origins of Life” Nature – 338; p. 217-224, 1.989
- Thaxton, Charles. “DNA, Desing and Origins of Life” – 1.986
- Cairns-Smith, A.G. 1.990. “Siete pistas sobre el origen de la vida”. Madrid, Edit. Alianza Editorial. p. 81ss.
- Jonson, Phillip E. “Juicio a Darwin” Edit. Homolegens – 2.007, p. 125 ss.

[ii] Card. Christoph Schönborn – “Caso o Disegno? Evoluzione e creazione secondo una fede ragíonevole” Edicione Studio domenicano Bologna 2.007. pag – 153.

[iii] - www.elmundo.es/elmundo/2003/12/12/ciencia/1071195388.html

[iv] - Dave Rudkin, Graham Young, Godfrey Nowlan - 13 de Febrero de 2008

[v] - De valais, Silvina - Biblioteca central Univ. Buenos Aires Facultad de ciencias exactas y naturales Tesis 4247.


Semogil 21 de Abril del 2.011

miércoles, 13 de abril de 2011

¿Es un hecho demostrado la evolución de las especies? - 2


(segunda parte)

SOBRE “ES LA ÚNICA DEDUCCIÓN POSIBLE ANTE LA EVIDENCIA DE QUE EXISTEN FÓSILES DE SERES VIVOS QUE AHORA NO VIVEN”. Esta observación, ha de ser matizada primero, pues Son bastantes las especies que siguen viviendo desde un pasado muy remoto. Son las que se ha dado en llamar “fósiles vivientes”, más numerosas de lo que podemos pensar, desde la esquizofita Kakabekia [i] al famoso Nautilus, pasando por el tiburón, el Ginkgo, los equisetos, la rana o la hormiga.[ii] Del hecho de que estos organismos continúen vivos en la tierra y aparezcan en el registro fósil de épocas remotas, podemos deducir dos cosas: que no se han extinguido y que no han evolucionado. Este grupo de “fósiles vivientes” va creciendo cada día conforme aumenta el registro fósil y se acepta la natural variabilidad morfológica de las especies. De este grupo de organismos, aun considerando sólo aquellos en los que su morfología apenas ha variado, no es posible deducir evolución de las especies, de ellos, sólo puede deducirse la estabilidad de las especies. Del resto de las especies que han vivido en la tierra, su no existencia actual, puede deberse a una o a la combinación de varias de estas posibilidades: 1. Simplemente ha habido a lo largo de la historia de la tierra multitud de especies de seres vivos que se han extinguido. El número de estas especies extinguidas es considerable, lo que ha de entenderse como un argumento en contra de ese invento tautológico que llaman adaptación.[iii] En los últimos siglos la humanidad ha presenciado la extinción de numerosas especies, y hoy tenemos enormes listados de flora y fauna en peligro de extinción, y en ni uno siquiera de esos casos -algunos perfectamente documentados-, hemos podido observar que alguno de los individuos de esa especie tuviese descendientes constatablemente distintos a él, antes de extinguirse. Por más que lo intento, no puedo entender qué tiene que ver científicamente hablando, el que una especie se extinga, con que las especies se originen unas de otras por evolución. En este primer caso, decir que la evolución de las especies es la única deducción posible, es totalmente gratuito. 2. Hay muchas especies que siguen viviendo desde tiempos remotos pero ahora son más frecuentes unas variedades distintas a las que han predominado en otras épocas geológicas. El criterio específico en paleontología es muy delicado, por no decir inútil, en todo caso, ha de ser usado con mucha precaución. En paleontología, sólo se pueden reconocer formas, y dejando a un lado los escasos restos en los que aparecen fosilizados restos o marcas de las partes blandas de los organismos, el registro fósil se puede agrupar en tres tipos: restos o moldes de conchas o de estructuras externas; restos de esqueletos internos; y huellas o señales de vida. En el primer tipo, restos de conchas o de estructuras externas, los cambios morfológicos que se observan en las series geológicas concordantes y continuas, pueden explicarse perfectamente por: a) - superposición lateral de ambientes sedimentarios adyacentes, en situaciones de trasgresión o regresión. Y b) por mínimos cambios químicos en el medio, como ya probaron Pouchet y Chabry; D’Arcy Thompson y otros.[iv] Entre otras cosas, demostraron que foraminíferos de una especie, reaccionaban a mínimos cambios en la alcalinidad del medio, construyendo conchas “propias” de otras especies de foraminíferos. En el caso de los restos de esqueletos de vertebrados, nos encontramos en una situación muy parecida, para poder decir que un resto fósil de un saurio (por ejemplo), perteneció a un individuo de una especie distinta a las especies de saurios que viven en la actualidad, es imprescindible en primer lugar un estudio serio y con un amplio muestreo, de la variabilidad morfológica de cada una de las piezas de los esqueletos de las especies de saurios vivas, cosa que no se ha hecho. Y en segundo lugar, no se puede definir una especie con un pequeño fragmento de un esqueleto, es más, cuando uno observa los hallazgos de restos de vertebrados, especialmente de los saurios, resulta que sólo vivió en la tierra un ejemplar de cada especie, porque recurrentemente, cada hallazgo es asignado a una especie nueva, distinta a las actuales y también distinta a todas las encontradas fósiles hasta ese momento. Hay que poner mucho orden libre de prejuicios evolucionistas en la paleontología de vertebrados, e incluso hay que empezar a valorar con seriedad la importancia decisiva de las condiciones físico-químicas ambientales y de los restantes factores epigénicos en la manifestación fenotípica predominante de una variedad determinada, o de un tamaño en los seres vivos, en una época geológica determinada. Por lo que hasta que no se determine con relativa certeza la capacidad de variabilidad morfológica de una especie, de este segundo punto, tampoco se puede obtener ninguna evidencia de evolución de especies. 3. Las especies antiguas han desaparecido del registro fósil porque han evolucionado a otras especies más modernas. Esta es la posibilidad que es aceptada por los partidarios del paradigma evolutivo, pero de ser esto lo que ha ocurrido en la historia de la Tierra, la paleontología observaría algo distinto a lo que encuentra en los estratos. Veamos: a) Todos los evolucionistas, independientemente del mecanismo evolutivo que defiendan, entienden que es uno, o un escaso número de individuos los que varían del modelo específico y dan lugar a una nueva especie. Si esto es lo que ha ocurrido, el registro fósil estaría lleno de formas intermedias, más bien, sería difícil poder seguir una forma específica en el tiempo. Esto no es así, las formas aparecen estables durante mucho tiempo geológico (con la debida precaución al estimar el tiempo geológico). b) Como lo que aparece en el registro fósil es una forma estable y de pronto de un estrato al siguiente, desaparece esa forma y aparece una nueva, y no siempre parecida a la anterior; la idea evolutiva, ha de sumar a la posibilidad de que algunos individuos adquieran de súbito una forma nueva, la necesidad de una extinción instantánea de todos los individuos que han mantenido la forma anterior. Y esto no es que haya podido suceder una vez, sino que es el mecanismo necesario en cada nueva variación. c) Es un interrogante el que las investigaciones de Eldregde y Gould sobre las series de Trilobites y el equilibrio punteado,[v] no incluyan referencias analíticas de la composición salina de los sedimentos y de las más mínimas estructuras sedimentarias, pues el resultado de sus investigaciones se refiere más a la superposición de ambientes sedimentarios adyacentes, que a un continuo juego sincronizado de “monstruos viables” y extinciones simultáneas. Por lo que este tercer apartado, tampoco aporta ninguna evidencia de que las especies han evolucionado desde otras especies, este tercer punto es una idea sin ningún respaldo paleontológico.

(continuará pronto)

[i] Siegel, S.M. y Guimarro, C; “On the cultura of a microorganism similar to a precambrian microfóssile Kabekia umbelata, in NH rich atmosphere” Proc. Nat. Scad. Sc, 55, 349-353, 1.967. [ii] Para ver la mejor lista sobre estas especies que no han variado a lo largo de las eras geológicas, en P. Grassé – “La evolución de lo viviente” Edit. Blume 1.977 pág 86 – 110.

[iii] La propia idea de adaptación implica que un organismo que no era capaz de hacer o de padecer algo, de pronto, como una novedad, consigue hacerlo o padecerlo sin que lo destruya. Está por demostrar que esto ha sucedido alguna vez en la naturaleza. Y en cualquier caso, es una falacia, porque todos los organismos que existen están bien adaptados, puesto que están vivos, y la única manera posible de medir científicamente la adaptación, es por una estimación cuantitativa de los que mueren y los que sobreviven, y para ello, existen palabras y conceptos como vida y muerte, suficientemente claros para no tener que inventar otros que signifiquen lo mismo.

[iv] Tompson, D’Arcy. “Sobre el crecimiento y la forma” Edit, J. T. Bonner – Cambridge 2.003 - p.138; p. 193 y 194. Pouchel y Chabry Socc. Biol. París 9 – 1 – 1.989 – Acad. Sci. París 108 - 1.889: 196 – 198. Brady H.B. Chall Rep. Foraminifera 1.884 p. 203 pl XIII. Bastch “Conchylien des seesandes” 1.791 p.4 pl VI fig 15 a-f. Dreyer “Peneroplis; eine studie zur biologischen Morphologie und zur speciesfrage” Leipzig, 1.898. Eimer und Fickert “Aartbilding und Verwandschaft bei den Foraminiferen” Tübing zool. Arbeiten 3 – 1.899 – 35.

[v] Eldregde, N y Gould, S.J. “Punctuat ed equilibria: An alternative to phyletic gradualism” Models Paloebiology Cooper & Co 1.973.

Semogil 14 de Abril del 2011

jueves, 31 de marzo de 2011

¿Se ha demostrado que la evolución es el origen de las especies? - 1


¿ES UN HECHO DEMOSTRADO LA EVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES?.

Ha habido muchos intentos de argumentar para justificar esa afirmación, voy a tomar como ejemplo un fragmento de una conferencia pronunciada por Antonio Pardo en la universidad de Navarra: [i] “Hay que subrayar que la evolución de las especies, en el sentido de macroevolución, no es una realidad observada directamente, pero debe admitirse si se quiere mantener un mínimo de coherencia con lo que se lleva observado en múltiples disciplinas, y una lógica coherente: es la única deducción posible ante la evidencia de que existen fósiles de seres vivos que ahora no viven, y de que ahora existen seres vivos de los que no se encuentran fósiles; dado que ha quedado demostrado, fuera de toda duda, que la generación espontánea, en las circunstancias recientes del mundo, es imposible, la única deducción válida es que, en tiempos pretéritos, seres de una especie han dado lugar a seres de otra especie por generación. Esto es lo que llamaremos evolución. Aparte de esta evidencia y deducción a partir de los fósiles, existen otras muchas evidencias que apuntan en la misma dirección: la constitución básicamente igual de todos los seres vivos, compuestos de proteínas, azúcares, información genética, membrana, sistemas respiratorios, etc. Tales coincidencias, abundantísimas, hablan de un origen común, y apoyan la idea de la evolución, es decir, la aparición de nuevas especies por generación”. De este comentario, podemos desglosar cuatro argumentos: 1. “Si se quiere mantener un mínimo de coherencia con lo que se lleva observado en múltiples disciplinas”. 2. “Es la única deducción posible ante la evidencia de que existen fósiles de seres vivos que ahora no viven”. 3. “Ahora existen seres vivos de los que no se encuentran fósiles”. 4. “La constitución básicamente igual de todos los seres vivos…. Apoyan la idea de la evolución”. Voy a comentar esos cuatro argumentos a ver si realmente la evolución de las especies es la única conclusión coherente. SOBRE “LO QUE SE LLEVA OBSERVADO EN MÚLTIPLES DISCIPLINAS”. Entiendo que se refiere principalmente a la genética, la embriología, la biología molecular y la sociobiología. Todas estas ciencias, tienen mucho que decir sobre cómo es la vida, cómo se comportan los seres vivos, cuál es la causa de algunas enfermedades etc. Pero todo lo que digan, absolutamente todo lo que digan, sobre el origen de las especies, no puede ser demostrado, por lo que sus afirmaciones en este campo, son siempre condicionales, no pueden pasar de ser explicaciones lógicas de cómo sucedieron las cosas, si es que realmente sucedieron así. En ningún caso son pruebas en el sentido empírico. También estas ciencias, pueden demostrar qué es capaz de conseguir el ser humano manipulando la vida, pero lo que sucede en un laboratorio no tiene por qué ser lo que ha sucedido en la naturaleza. Esas ciencias, nunca podrán científicamente demostrar nada sobre el origen de la vida y de las especies. La única ciencia que puede decir algo, con solidez, sobre el devenir de los seres vivos a lo largo de la historia de la Tierra, es la paleontología (incluyo en ese nombre la paleoantropología y múltiples ciencias auxiliares como pueden ser la sedimentología o la paleogeografía). Así pues, todas las consideraciones evolucionistas de las restantes ciencias, no pueden aceptarse como pruebas de que haya existido evolución, son hipótesis que requieren petición de principio, pues inequívocamente pretenden demostrar algo, usando aquello que quieren demostrar como principio de su argumentación. Debido a la manipulación ideológica de los grupos que controlan las publicaciones científicas y las subvenciones importantes, se difunde una versión ideologizada de los descubrimientos científicos, y sólo de aquellos que encajen en lo “científicamente correcto”, que en este caso es el paradigma evolutivo. Es abrumadoramente mayor el volumen de las informaciones científicas que aportan argumentos contrarios a la hipótesis evolutiva, pero su difusión es inversamente proporcional a su capacidad de cuestionar el paradigma, y como no es el caso de hacer aquí un inventario bibliográfico, baste con un ejemplo que es suficiente por sí solo: Los experimentos de Weigel y Jürgens 2.005[ii] los cuales lograron la reproducción de una variedad de Arabidopsis thaliana con una mutación perfectamente identificada , pero las plantas nietas y las bisnietas repararon la mutación y eran genética y fenotípicamente como sus antecesoras antes de la mutación. Y resulta que lo mismo ya se ha observado en otros organismos y hasta en humanos.[iii] Esto ha podido ser comprobado en los invernaderos de una universidad, no permite directamente inferir cuál ha sido el origen de las especies a lo largo de la historia, sólo es un indicio. Pero nadie ha observado experimentalmente que una especie mute y se convierta en otra. No es correcto indicar que las observaciones de muchas disciplinas apoyan la idea evolutiva. Por lo cual, se puede ser perfectamente coherente con lo que han observado todas esas ciencias, (no con todas las interpretaciones que de lo observado se han hecho), y ello no induce a pensar que la evolución de las especies sea un hecho, más bien todo lo contrario.
(continua pronto)

[i] Antonio Pardo: “El evolucionismo. Estado de la cuestión” Seminario Ciencia, Razón y FeJueves, 10 de marzo de 2005, 12 am. Salón de actos del Edificio de Humanidades Universidad de Navarra. www.unav.es/cryf/

[ii] Detlef Weigel y Gerd Jürgens: “Hotheaded healer” Nature 434 p.443 – 2.005.

[iii] Hirschhorn, R. J. Med. Genet. 40, 721-728.

Semogil 31 de Marzo del 2.011

viernes, 18 de febrero de 2011

¿Qué podemos saber de la esencia específica del nogal?


Ya que ha surgido el asunto de los nogales, voy a intentar acercarme a la esencia específica del nogal.
La esencia es el qué de la sustancia.
Es absolutamente imposible para el hombre en este mundo poder alcanzar en su totalidad lo que hace que un nogal sea un nogal y no otra cosa.
Siendo consciente de las limitaciones propias de nuestro entendimiento finito, pero confiado en la inteligibilidad de los seres vivos, voy a intentar enumerar unas cuantas notas esenciales de los nogales.
El nogal es un ser vivo con un alma vegetativa que le permite alimentarse, crecer, repararse y reproducirse.
El nogal es un árbol de gran porte, pasados los primeros años, ninguna de sus yemas mantiene preponderancia, por lo que se configura con varios troncos de igual importancia construyendo una copa muy redondeada.
El nogal es un árbol que produce buena sombra, tiene hojas compuestas con foliolos grandes, es caducifolio.
El nogal tiene las flores unisexuadas, las masculinas son amentos colgantes, y las femeninas separadas en racimos de dos o tres, con estigmas vistosos.
El nogal tiene un fruto en drupa, la cáscara adopta una forma elipsoide, se abre en dos valvas. El fruto es aceitoso, con una fina piel suavemente amarga y con unas involuciones que recuerdan los lóbulos cerebrales.


La corteza es lisa en las ramas jóvenes, y muy rugosa con los años. Su madera es pesada, y noble, muy apreciada en ebanistería.
El nogal es incompatible con los ajos, su presencia cercana, puede causar su muerte.
Todo eso junto y otros aspectos más que desconozco, son las notas esenciales de los nogales, todos ellos, pertenecen a la misma especie, porque todos responden a esa esencia específica.
Esa esencia se puede manifestar en múltiples morfologías concretas, dependiendo principalmente de las condiciones edafológicas, y climáticas.
Podría incluirse en su esencia el tener X parejas de cromosomas, pero no podría incluirse su secuencia de nucleótidos, porque esas secuencias indican la ordenación de los aminoácidos de las proteínas con las que el nogal cuenta para construirse y realizar sus funciones vitales, y es evidente que al no ser clones todos los nogales, existen múltiples secuencias viables para cada una de las proteínas que usa el nogal, por lo que definir una de ellas, no define la esencia específica del nogal, que es común a todos.


Por otro lado, hay características esenciales y otras accidentales, como por ejemplo el encontrar una nuez que se abre en tres valvas, es algo accidental, no esencial.
Si alguna de las carácteristicas que he citado, resultase no ser esencial, esto es, común a todos los nogales, entonces es que no es una nota esencial, sino accidental.
Si algún evolucionista, quiere manifestar que una especie es algo más definido y concreto, si quiere distinguir dos especies porque hay unos nogales con hojas paripinnadas y otros con hojas imparipinnadas, y defiende que el azar ciego ha producido una mutación que ha originado ese cambio morfológico (cosa que por otro lado no puede demostrar), tendrá que aceptar si quiere ser coherente, que como la evolución no persigue ninguna finalidad, sino que es azarosa, dentro de un tiempo, se puede producir una nueva mutación que revuelva el cambio, por lo que de lo que él habla es de variabilidad dentro de una especie, si quiere, a lo largo del tiempo, aún en el caso en el que en este momento concreto, y hasta dónde se puede uno cerciorar, esos dos nogales que se diferencian en un detalle concreto no se crucen (cosa que además no suele suceder), porque si el mecanismo es ese juego azaroso, dentro de un tiempo, una nueva mutación, podrá hacer que se crucen de nuevo.
Yo entiendo perfectamente que los botánicos que se dedican a la taxonomía, busquen la máxima precisión y distinción morfológica o genética, pero yo estoy hablando de algo más, de un ser vivo, del que ellos sólo estudian una parte, el resto, por desgracia, lo han perdido de vista.
Semogil 17 de Febrero del 2.011

lunes, 7 de febrero de 2011

Los evolucionistas niegan el uso de la razón a los que no piensan como ellos

¿Usamos el método científico?



Un estimado comentarista, después de expresar su convencimiento de que no usamos la razón ni el método científico, nos alecciona sobre él; según sus palabras, dicho método se desarrolla así: Hechos - Hipótesis - Probar las hipótesis - Pruebas - Teorías - Comprobación de las teorías acorde a los hechos.
Yo también funciono así en cuanto a lo referente a la historia de los seres vivos, por ejemplo:
Es un Hecho indiscutible que si yo planto una nuez, nace un nogal, también que ese nogal produce un fruto que son nueces, que a su vez, si son plantadas, germinan como un nogal.
Yo planteo mi Hipótesis: “esto ha sido así desde que existen los nogales”.
Repaso el registro paleobotánico y veo que puedo encontrar fósiles de hojas o frutos de nogal hacia atrás, hasta el Cretácico, lo que según las cuentas que los paleontólogos en general aceptan, son unos 100 millones de años. Esto a primera vista parece una prueba de mi hipótesis.
Si sigo buscando más pruebas hacia atrás en el tiempo, me encuentro con el hecho de que los restos del nogal aparecen sólo en sedimentos continentales, generalmente paleosuelos y sedimentos fluviales, y resulta que apenas existen sedimentos de paleosuelos y fluviales anteriores al cretácico que no hayan sido metamorfizados, tectonizados o sepultados, por lo que si han existido nogales antes, o no, no puedo probarlo-
Los únicos sedimentos que muestran abundante registro vegetal más antiguo, son siempre sedimentos del periodo carbonífero, pero corresponden a ambientes sedimentarios de turberas, humedales y pantanos, en los que no viven los nogales, por lo que no puedo remontarme más atrás en el tiempo.
Por lo tanto la teoría es que los nogales son una especie estable en el tiempo,
¿Cómo puedo probar esta teoría?, pues mirando un nogal, plantando una nuez y viendo que hasta dónde puedo encontrar sedimentos adecuados para contener fósiles de nogal, existen fósiles de nogal.
Soy consciente de que hay personas que defienden que los nogales han surgido por evolución de los helechos del carbonífero, pero como no hay ninguna prueba de ello, pues prefiero quedarme con lo que puedo comprobar, y lo que es más lógico y es que una especie que lleva 100.000.000 de años existiendo sin evolucionar, no lo haya hecho nunca.
No entiendo cómo se nos puede llamar acientíficos por razonar así, salvo que existan otras intenciones ocultas.
Semogil 7 de Febrero del 2.011

martes, 25 de enero de 2011

EL ORIGEN DE LAS RAZAS HUMANAS - 4



Caballero Hindú. Imagen de: Elabrazodeloso.foroactivo.com

¿CÓMO SE HAN ORIGINADO LAS TRES GRANDES RAZAS HUMANAS?.

De las preguntas que nos hicimos en la primera entrada de esta serie, ésta es la pregunta más difícil de contestar, porque desentrañar el mecanismo, supone desentrañar una parte importante de la esencia de la naturaleza humana. Voy a intentar acercarme discretamente.
Se ha intentado explicar esta diversificación, atendiendo al consabido argumento evolutivo de mutaciones al azar y aislamiento geográfico de las poblaciones durante muchos milenios.
En cuanto a las mutaciones, vuelvo a insistir en que los genes contienen información para montar proteínas, no planos o diseños de seres, y a las pruebas me remito, todos los intentos que se han hecho hasta ahora de encontrar en los genes la respuesta, han sido desalentadores, no sólo hay personas con los cuatro grupos sanguíneos en las tres grandes razas, lo mismo ocurre con cualquier gen que se quiera comparar, varían los porcentajes, pero no hay manera de encontrar algún gen que sea específico de una raza, lo que ha llevado a decir un experto en este tema que: “la ascendencia biogeográfica basada genéticamente, asignada a cualquier persona, será ampliamente distribuida y estará acompañada de incertidumbres considerables (Pfaff et al., 2004).
Por ejemplo, los genes correspondientes a la melanina, la tiroxina y la tirosinasa, tres biomoléculas que intervienen en la producción y regulación de la cantidad de melanina, son semejantes en personas de raza negra y personas de raza blanca. El color de la piel no responde a los genes, sino a cómo y cuanto se expresan. Los fervientes evolucionistas apuntarán que hay otros “genes reguladores” que son los que regulan la producción o inhibición de esas sustancias mencionadas, y si se les aprieta dirán que existen otros genes que regulan la activación de los genes reguladores, y así de causa en causa se remontarán hasta que nos quede paciencia para escucharlos, porque si fuera tan simple como ellos plantean, sería tan sencillo como inyectar uno de esos genes reguladores al hijo aún no nacido de un matrimonio extremo oriental, y su niño sería negrito, y no sólo de piel, sino con todas las inferencias morfológicas de esa raza.


En cuanto al aislamiento geográfico, lo que hemos encontrado con más sentido es un fragmento del erudito trabajo del profesor J. P. Garrido Roiz en el que cita a un autor que plantea una hipótesis, basada en el aislamiento geográfico, sobre el origen de las tres razas:
“Se ignora el mecanismo del proceso de formación de troncos y variedades raciales; Von Eickstedt ha formulado una interesante y sugestiva teoría sobre cómo pudieron formarse estos troncos y variedades, considerando que los caucasoides, negroides y mongoloides se constituyeron en Asia durante las glaciaciones pleistocénicas al quedar diversos grupos de sapiens aislados por las cadenas montañosas cubiertas de hielo en las áreas situadas al N y al S de una divisoria formada por el Himalaya y montañas de Persia, Anatolia y el Cáucaso, estando la zona situada al N dividida a su vez en otras dos áreas, oriental y occidental, por los glaciares al N del lago Baikal y Altai. En estas tres áreas, los factores indicados anteriormente habrían dado lugar a la fijación de los caracteres de cada uno de estos troncos, originándose el negroide al S del Himalaya, el caucasoide al O del lago Baikal y Altai, y el mongoloide el E, o sea, en la parte oriental. El tronco primitivo, representado por los australoides y weddoides, habría iniciado su dispersión antes del pleistoceno y, por tanto, antes de la diferenciación que dio lugar a los distintos troncos, de ahí que resulte difícil su clasificación en ninguno de los troncos conocidos”.
Me parece una idea a tener en consideración, pero apunta dos detalles con los que no estoy de acuerdo, primero es que basa la diferenciación en el Homo sapiens dejando a un lado los hombres anteriores, como si fuesen de otra especie y todos de la misma raza; y segundo que plantea esta diferenciación en las glaciaciones pleistoceno, demasiado próximas para mi visión.
Una vez hecho este repaso a lo que se puede encontrar por ahí, voy a intentar aportar algunas ideas sobre esto.
1º - Si un individuo, o un grupo de una raza, se entremezcla con otra raza, su morfología se va diluyendo, de modo que si un hijo de un matrimonio mixto tiene el 50% de cada raza, es un “mestizo”, los hijos del mestizo con una natural de la zona, ya sólo tienen el 25% de la primera raza, y así en tres o cuatro generaciones se diluye la raza incorporada, no altera en absoluto la raza predominante.
2º - Existen muchos condicionantes sociales, culturales, lingüísticos, etc. Que condicionan la elección de pareja, baste ver como aunque pasen los siglos, en Sudáfrica sigue habiendo blancos y negros, y en EE.UU. hay negros, y blancos, anglosajones, arios polacos y mediterráneos italianos. Las razas y pueblos tienden a no mezclarse, y si se produce alguna mezcla, se diluye fácilmente.

3º - Los hijos muestran semejanza con los padres o especialmente con uno de los dos, de ahí el dicho: “no puedes negar de quién eres hijo”, esta semejanza muestra no sólo en el rostro, sino en toda la fisiología y organización morfológica del cuerpo la del progenitor, y esta a su vez es el resultado de una modalidad de la forma específica humana, que se expresa con el concurso de unos genes, en un ambiente geográfico y en una cultura concreta.
4º - Es propio de alguna tesis doctoral, una aproximación al modo y momento en que el alma espiritual humana creada por Dios, organiza, asume, o llama a la existencia, la materia organizada que proviene de los padres. En este sentido conviene recordar que: “No es posible que un hombre en concreto produzca absolutamente la naturaleza humana, porque de hacerlo, sería causa de sí mismo. Sólo hace que la naturaleza humana se reproduzca en otro hombre concreto engendrado, y para esto supone con anterioridad a lo que hace, una materia determinada a partir de la cual se hace un hombre concreto… por lo tanto ningún ser creado puede producir absolutamente otro ser, sino sólo en cuanto que causa el ser en tal sujeto. Para esto es necesario que lo que hace que tal sujeto sea este ser concreto, sea anterior a la acción con la cual el agente hace algo semejante a sí mismo”.[1]
5º - No puedo de momento avanzar en este punto más allá de estas consideraciones, estoy de acuerdo con la idea que subyace en las hipótesis del origen multi-regional: las razas ya existían en la época del homo erectus, así lo prueban los rasgos morfológicos de los restos encontrados en los cinco continentes, todos guardan semejanzas con las razas que en la actualidad son nativos de esos lugares. ¿cómo, qué mecanismo lo ha hecho posible, lo ignoramos por el momento?.


[1] Santo Tomás: Suma Teológica I c45 a5 rob1.

Semogil 25 de Enero del 2.011

jueves, 13 de enero de 2011

EL ORIGEN DE LAS RAZAS HUMANAS - 3

¿POR QUÉ SON TRES LAS GRANDES RAZAS HUMANAS?


Para poder encontrar una respuesta con sentido a esa pregunta, que trata de números, sólo podemos recurrir a las matemáticas que los conoce, los comprende y los usa; y a la simbología, ésta última no se estudia como tal en ninguna universidad, y aunque a algunos les pueda parecer un tipo de conocimiento subjetivo y sin fundamento real, vamos a poder apreciar cómo si no se fantasea, es algo muy real y cercano.
En primer lugar, ¿por qué no es adecuado que existiese solamente una raza dentro de la especie humana?. Al ser el hombre un espíritu encarnado, con un cuerpo sometido a la corrupción, era necesaria la multiplicidad de individuos: “En los seres incorruptibles (ángeles, arcángeles etc.), no hay más que un individuo de una especie, porque la especie se conserva de modo suficiente en uno sólo. No obstante en los seres sometidos a la generación y corrupción, hay muchos individuos de una especie para conservar la especie.”[1]
El número uno, es el primero y el que genera todos los demás por adicción, su carácter único hace que vuelva sobre él mismo, su raíz, sus potencias. No afecta a otros números si se multiplican o se dividen por él… Parece más apropiado al Creador, al origen, que a las criaturas.
Era muy conveniente la existencia de más de una raza, para impulsar la atención del hombre hacia su propio interior y hacia el interior del otro, si morfológicamente somos tan distintos, lo que nos hace realmente humanos, lo que importa, lo que tenemos en común, está dentro, está oculto.
¿Por qué no es apropiado que existiesen dos razas humanas?
El número dos es el par, es el generador de la multiplicación, está estrechamente relacionado con las superficies, pero no es capaz de encerrar ninguna, es como una puerta, un paso hacia otra cosa, hacia otro sitio.

Dualidad; imagen de: www.vivirconfundamento.com

La dualidad puede significarse de dos modos, el primero es el de los opuestos, como la luz y las tinieblas, el frio y el calor, el blanco y el negro, la alegría y la tristeza etc. En todos estos casos, uno de los dos opuestos no tiene existencia real, es simplemente la ausencia del otro lo que llamamos con ese nombre. El segundo modo es el de dos “iguales”, inevitablemente antes o después, esta dualidad desemboca en enfrentamiento, en oposición, en competitividad. La subjetividad hace del otro algo distinto a uno mismo, hace de él el enemigo, aún sin serlo.
¿Por qué es adecuado y conveniente que existiesen tres razas humanas?.
El número tres es la letra omega, la última, colocada verticalmente. Por mucho que se multiplique, todos los números engendrados por él, guardan en la suma de sus cifras el número tres. El exponente tres, el “cubo” se refiere a cuerpos con volumen, con existencia y dimensiones según las tres coordenadas del espacio.
El tres, es el número que es capaz de encerrar la figura más armónica (después del círculo reservado a los cuerpos celestes), el triángulo equilátero, el triángulo más perfecto, que además es generado por la unión de dos triángulos rectángulos unidos por su cateto mayor, dos triángulos rectángulos perfectos, con sus ángulos de 30, 60 y 90 grados. El triángulo equilátero es el símbolo de la armonía, del equilibrio entre los dos platillos de la balanza. En astrología, los planetas que se colocan en el cielo formando un trígono, se armonizan y potencian respectivamente. En un encuentro deportivo, la competitividad entre los dos rivales, se armoniza por la figura del árbitro. En un juicio acusador y acusado encuentran la solución por la figura del juez. En un matrimonio, las tensiones y enfrentamientos se armonizan por la presencia del Espíritu Santo.

Al ser el hombre la única criatura creada a imagen y semejanza de Dios, de Dios Trinitario, Dios dispuso que hubiesen tres grandes razas humanas a modo de las tres personas divinas: “Defender que el hombre ha sido hecho sólo a imagen del Hijo es erróneo, primero porque dado que el Hijo es semejante al Padre en igualdad de esencia, de haber sido hecho el hombre a imagen del Hijo, lo habría sido a imagen del Padre. Y segundo porque si el hombre hubiera sido hecho solamente a imagen del Hijo, no hubiera dicho el Padre “hagamos al hombre a imagen y semejanza nuestra”, sino a imagen y semejanza tuya.[2]
Independientemente de que podamos más adelante analizar cómo se originaron las tres grandes razas humanas, los “cómo”, nunca son la cusa, pues: “La diversificación y la multitud de las cosas proviene de la intención del primer agente, que es Dios. Pues produjo las cosas en su ser, por su bondad, que comunicó a las criaturas y para representarla en ellas. Y como quiera que esa bondad no podía ser representada correctamente por una sola criatura, produjo muchas y diversas a fin de que lo que faltaba a cada una para representar la bondad divina, fuera suplido por las otras.[3]
Existen pues tres razas humanas por voluntad divina, como un sello de la semejanza del hombre con la Santísima Trinidad y para bien, riqueza y armonía de la especie humana.
El número cuatro es un juego del dos, está más bien relacionado con la medida del tiempo, con las estaciones, las fases de la luna, la solidez del cuadrado.
El número cinco es para la belleza de las flores y para los equinodermos.
El número seis es un juego del tres, el hexágono se genera por dos triángulos equiláteros.
El siete está reservado para las armonías de los sentidos, los colores del espectro luminoso, las notas musicales etc.
El ocho es el infinito vertical, es para los que entraron en el arca, es el día de la Resurrección, el paso intermedio entre el cuadrado y el círculo, entre la tierra y el cielo.
El número nueve es un juego doble del tres.

[1] Santo Tomás: Suma Teológica I c47 a2 sol.
[2] Santo Tomás: Suma Teológica I c93 a5 rob4.
[3] Santo Tomás: Suma Teológica I c47 a1 sol.
Semogil 14 de Enero del 2.011.

domingo, 9 de enero de 2011

EL ORIGEN DE LAS RAZAS HUMANAS - 2


Imagen de: http://www.elabrazodeloso.foroactivo.com/


Antes de profundizar en este misterioso tema, parece adecuado recordar algunas cuestiones que aunque ya las he tratado en otras entradas, es seguro que no están presentes en la mente del que pueda leer esto.
1 - No es lo mismo la FORMA que la MORFOLOGÍA. La forma es lo propio de todos los individuos de la especie humana, les corresponde por naturaleza, está relacionada con su esencia, cuando veo venir de muy lejos a un ser humano, percibo que es un ser humano, aún cuando no puedo distinguir su morfología, no sé si es negro, alto o tiene el pelo rizado, pero es seguro que no es un hipopótamo, ni un perro, ni un chimpancé. Pero hasta esta imagen no es completa para entender lo que quiero decir. Si escucho unas palabras, también sé que es un ser humano el que las pronuncia. Si leo un libro, se que ha sido un ser humano el que lo ha escrito, si encuentro un hueso tallado, se que ha sido un ser humano el que lo ha hecho, porque todo eso y mucho más corresponde a la naturaleza, a la FORMA humana, que mi entendimiento conoce, y eso, me permite distinguir lo humano de lo que no lo es.
Si hablamos de razas humanas, hablamos de la variedad morfológica que existe entre los individuos de la especie humana, variedades en cuanto a su aspecto, a sus rasgos e incluso a nivel general o estadístico, a determinadas proporciones entre sus partes o a diferencias fisiológicas interiores de menor entidad. En ningún caso nos referimos a variedades en la forma humana, que es única y específica.
Imagen de un niño subsahariano al llegar a Europa. Imagen de: http:navegandopormisorillas.blogspot.com.

2 – Es una tesis repetida hasta la saciedad que los genes son los responsables de la morfología. Pero esa tesis se ha mostrado infundada, ahora que se conoce más sobre los genes y el funcionamiento del ADN, sabemos que los genes contienen la información para montar proteínas, pero no contienen planos de organismos ni esquemas de rasgos. Es el “programa de desarrollo genético”, el modo ordenado y preciso en el que los genes se van activando y desactivando paulatinamente, las cascadas precisas de diferenciaciones celulares, la interacción entre el organismo materno, el nuevo ser y la “memoria” celular, lo que “construye” el nuevo ser. Todo esto, programa, memoria, orden, plan etc. Son entelequias, son algo inmaterial, el hecho de que se utilicen átomos de carbono, fósforo, oxígeno, Hidrógeno, Nitrógeno y otros elementos organizados en biomoléculas para llevar adelante ese plan, no nos autoriza a decir que las biomoléculas montan el ser, las herramientas no son el artista. El alma es la forma sustancial del cuerpo. Es el alma humana la que organiza el cuerpo humano, el ADN, el ARNm, el ARNt, etc. son herramientas maravillosas, pero no son la vida, y si alguien lo duda, que deje encima de la mesa un montón de cromosomas a ver si se organiza algún ser vivo.
3 – En la entrada anterior, descartamos el poligenismo, no es aceptable que las tres razas humanas existiesen como tales desde el principio, eso exigiría tres orígenes distintos, y eso parece incompatible con la interfecundidad, con determinados aspectos histológicos, por ejemplo, la existencia en las tres razas de los mismos grupos sanguíneos, pero sobre todo parece incompatible con la común dimensión espiritual de todos los seres humanos, que gozamos del mismo entendimiento, articulado de modo semejante como queda patente en que nuestra comunicación puede alcanzar los más profundos niveles de abstracción. Etc.
Así pues, recapitulamos: Todos los seres humanos compartimos la misma esencia, tenemos forma humana, nos distinguimos en cuestiones meramente morfológicas, y tenemos un origen común.
Niños amazónicos. Imagen de: http://www.ecodimio.eleconomista.es/

Las preguntas pertinentes serían:

¿Por qué existen tres grandes razas humanas y no 4 o 7?.
¿Por qué es así, es conveniente por algo, refleja alguna intención?.
¿Cómo ha tenido lugar esta diversificación?.
¿Desde cuándo existen esas tres grandes razas?.
¿Qué caracteriza a cada una de ellas?.
¿Todos los tipos morfológicos humanos actuales se pueden asociar fácilmente a alguno de esos tres grupos?.
¿Es posible que la globalización social funda las tres razas en una sola?.
Son preguntas difíciles, es seguro que hoy no podemos dar una respuesta completamente satisfactoria a algunas de ellas, pero vamos a intentar acercarnos lo posible en la medida de nuestras fuerzas a una respuesta razonable para cada una. Si algún lector del blog encuentra en su interior alguna pregunta más, o tiene alguna respuesta, ánimo, adelante.
Semogil 9 de Enero del 2.011